martes, 31 de marzo de 2020

INTENCIÓN


Normalmente durante la práctica de Aikido la técnica inicia en el momento en que el uke toma la muñeca de tori, este agarre representa un ataque, sin embargo y en la mayoría de casos, este agarre es vacío, es decir carece de intensión, es solo tomar la muñeca del compañero y esperar que este haga su técnica. Pero ¿Cómo se puede hacer una defensa sin una ofensa? Si bien el ataque del uke durante la práctica no puede ser dañino, puesto que no es lo que se pretende hacer, solo colaborar con el ejercicio, es necesario que el ataque sea lo más sincero posible, es decir debe haber una intención.

Como dice Daniel Siegel en Cerebro y Mindfulness  “Las intenciones dotan de unidad a un momento concreto de la vida” (p 164). Aunque él lo explica a partir de la función de las neuronas espejo en el ejercicio de la atención plena, da cuenta como la intención da sentido y acción de la empatía en cuanto que con ella se puede predecir “lo que tiene el otro en la cabeza” y reaccionar en consecuencia a sus acciones porque “integra los mapas perceptivos y motores”. En cierto sentido es una reacción en cadena cuando la atención y la intención están integrados en la acción en un orden secuencial lógico.

Entonces, la sinceridad en el ataque en Aikido, teniendo consciencia de que trata el Aikido, consiste en unirse al compañero en la técnica, ser uno con él. Es decir, el ataque sincero no se trata de hacerle daño, sino de integrarse en el ejercicio y seguir el orden secuencial resultante. Es tal vez por eso, por lo menos en mi experiencia, que en ocasiones el resultado de la ejecución de tori no es la caída de uke, sino una contratécnica o tal vez un estancamiento, puesto que los movimientos realizados por tori llevan a ese resultado cuando cada uno es sincero en su ataque. Es muy frecuente ver como el uke hace una caída falsa, se tira porque no sigue la secuencia natural de los movimientos sino, por lo contrario, sigue una idea preconcebida de la técnica.

 Y es que hacer una técnica sincera, real es bastante difícil porque hay ideas preconcebidas de lo que es el Aikido o hay mal entendidos: Como arte marcial la gente cree que se trata de defensa personal, combate, lucha; como vía espiritual se cree que es meditación, danza. Sin embargo, el Aikido es mucho más complejo porque es todo eso y más, pero simplemente es un ejercicio de formación personal en todos los niveles de la consciencia desde el aspecto físico hasta la trascendencia y cada cual se adapta a él desde su nivel de consciencia presente.

Es importante entender eso de los niveles de consciencia porque es posible que durante la práctica nos encontremos con personas en diferentes niveles, por lo que el aikidoka debe adaptarse al compañero, sentir empatía por él y aplicar la técnica o el ataque desde esa cosmogonía, tener la intención de unirse al otro es jugar con ese espíritu que se refleja en su modo de practicar y actuar. Por ejemplo hay compañeros que hacen un ataque con una actitud prevenida, con miedo y hay otros que desafían al aikidoka y hasta a los maestros. En todo caso, el aikidoka debe siempre mantener la atención, el zanshin y la intención presente en cada acción de sus vidas y de la práctica para que el Aikido surja, nazca en sus corazones y la ejecución de la técnica sea inequívoca.

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