Normalmente durante la práctica de Aikido la técnica inicia
en el momento en que el uke toma la muñeca de tori, este agarre representa un
ataque, sin embargo y en la mayoría de casos, este agarre es vacío, es decir
carece de intensión, es solo tomar la muñeca del compañero y esperar que este
haga su técnica. Pero ¿Cómo se puede hacer una defensa sin una ofensa? Si bien
el ataque del uke durante la práctica no puede ser dañino, puesto que no es lo
que se pretende hacer, solo colaborar con el ejercicio, es necesario que el
ataque sea lo más sincero posible, es decir debe haber una intención.
Como dice Daniel Siegel en Cerebro y Mindfulness “Las intenciones dotan de unidad a un momento
concreto de la vida” (p 164). Aunque él lo explica a partir de la función de
las neuronas espejo en el ejercicio de la atención plena, da cuenta como la
intención da sentido y acción de la empatía en cuanto que con ella se puede
predecir “lo que tiene el otro en la cabeza” y reaccionar en consecuencia a sus
acciones porque “integra los mapas perceptivos y motores”. En cierto sentido es
una reacción en cadena cuando la atención y la intención están integrados en la
acción en un orden secuencial lógico.
Entonces, la sinceridad en el ataque en Aikido, teniendo
consciencia de que trata el Aikido, consiste en unirse al compañero en la
técnica, ser uno con él. Es decir, el ataque sincero no se trata de hacerle
daño, sino de integrarse en el ejercicio y seguir el orden secuencial
resultante. Es tal vez por eso, por lo menos en mi experiencia, que en
ocasiones el resultado de la ejecución de tori no es la caída de uke, sino una
contratécnica o tal vez un estancamiento, puesto que los movimientos realizados
por tori llevan a ese resultado cuando cada uno es sincero en su ataque. Es muy
frecuente ver como el uke hace una caída falsa, se tira porque no sigue la
secuencia natural de los movimientos sino, por lo contrario, sigue una idea
preconcebida de la técnica.
Y es que hacer una técnica
sincera, real es bastante difícil porque hay ideas preconcebidas de lo que es
el Aikido o hay mal entendidos: Como arte marcial la gente cree que se trata de
defensa personal, combate, lucha; como vía espiritual se cree que es meditación,
danza. Sin embargo, el Aikido es mucho más complejo porque es todo eso y más,
pero simplemente es un ejercicio de formación personal en todos los niveles de
la consciencia desde el aspecto físico hasta la trascendencia y cada cual se
adapta a él desde su nivel de consciencia presente.
Es importante entender eso de los niveles de consciencia
porque es posible que durante la práctica nos encontremos con personas en diferentes
niveles, por lo que el aikidoka debe adaptarse al compañero, sentir empatía por
él y aplicar la técnica o el ataque desde esa cosmogonía, tener la intención de
unirse al otro es jugar con ese espíritu que se refleja en su modo de practicar
y actuar. Por ejemplo hay compañeros que hacen un ataque con una actitud
prevenida, con miedo y hay otros que desafían al aikidoka y hasta a los maestros.
En todo caso, el aikidoka debe siempre mantener la atención, el zanshin y la intención
presente en cada acción de sus vidas y de la práctica para que el Aikido surja,
nazca en sus corazones y la ejecución de la técnica sea inequívoca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario