Shu Ha Ri: El camino de la maestría
El shu Ha Ri es el método de enseñanza aprendizaje
tradicional de las artes marciales japonesas, consiste en el método de
transmisión de las habilidades de maestro a estudiante de tres etapas, donde Shu
consiste en la imitación y ejecución del kata enseñada por el maestro. En esta
etapa el estudiante debe procurar hacer los movimientos lo más parecido a lo
que le muestra su maestro. Ha hace referencia a la etapa del cuestionamiento y
desprendimiento del estudiante de su maestro. Por último el Ri consiste en la
trascendencia, en la creatividad: el estudiante se vuelve maestro.
En este sentido Shu Ha Ri, da cuenta de que para aprender es
necesario seguir una secuencia lógica de asimilación, cuestionamiento y
creación. En el primer momento se debe escuchar, observar e imitar al maestro
para asimilar y comprender la forma, para distinguir aquellas características
que componen la técnica, por ejemplo no podría saber en qué consiste ikkyo si
no hay un instructor o maestro que me lo enseñe (Algunos consideran que esta
etapa debe durar por lo menos hasta el 4° Dan, pero me parece bastante
exagerado que un estudiante deba esperar tanto tiempo para comprender la forma
correcta. En mi opinión las tres etapas deben estar presente en todo el proceso
de aprendizaje, el estudiante debe escuchar, observar y preguntar en todo
momento de su desarrollo). Entonces se debe practicar la base en toda esta
etapa, asimilarla, comprenderla, solo así puedo encontrar la forma correcta que
se adapte a mi propia capacidad y habilidades, es decir, la forma básica está
enmarcada en unas instrucciones específicas de ejecución de la técnica, sin
embargo el estudiante, tal vez por sus condiciones físicas, que pueden ser
diferentes a las de su maestro deba adaptar la técnica a estas condiciones, por
ejemplo puede haber diferencias en talla y peso, en tal situación la ejecución
técnica de cada uno puede variar un poco o mucho, pues no es lo mismo aplicarla
a una persona de mayor talla a otra de una menor.
Así es como se ingresa a la segunda etapa: Ha, apartarse o
cuestionar la técnica base, ¿Cómo adaptarla a mis condiciones físicas? Podría
ser la primera pregunta, pues no es lo mismo una persona alta y pesada que otra
baja y ágil, cada cual debe potenciar sus posibilidades y fortalecer sus
desventajas. Si estoy ante alguien más fuerte, grande y pesado que yo ¿cómo
debo aplicar la técnica para neutralizarlo? Si en cambio estoy ante alguien más pequeño y
débil, como por ejemplo un niño ¿Cómo aplico la técnica para protegerlo sin
dejar de ser efectivo? (Quienes hemos trabajado con niños problemáticos sabemos
que es difícil neutralizarlos y canalizar su energía). Entonces no es
cuestionar la efectividad de la técnica, es comprenderla para buscar
posibilidades reales de usarla con efectividad. No es cuestionar la enseñanza,
es desentrañar sus más profundos secretos desde sí mismo, desde la experiencia
de la práctica.
Ri, trascendencia, es la evolución y el crecimiento personal
del practicante, es el tercer paso del desarrollo de la maestría, en el
aprendizaje. Es el momento de ser creativo, de aportar del propio ser a la
humanidad, sin embargo esta etapa no es alcanzada si no por unos pocos, la gran
mayoría solo alcanza a adaptar la técnica aprendida a su propio estilo. Crear
un nuevo arte, transformar la técnica a algo nuevo no es fácil, pues consiste
en trascender más allá de lo rutinario y cotidiano, por ejemplo, las artes
marciales son por excelencia la habilidad para la guerra, se han visto desde
siempre como las habilidades para el combate y en general son consideras
letales. Su contundencia para aniquilar y matar es destacada, y como
herramientas de paz, eran usadas en el sentido de persuadir al enemigo de no
atacar en tanto se tiene la capacidad para responder, de defenderse. Sin
embargo, el Aikido (en mi opinión) es el primer arte marcial que busca la
efectividad marcial reduciendo el riesgo de hacer daño al agresor y su
filosofía es la unidad con el compañero, la armonía, en tanto que no busca
vencerlo, solo neutralizar y buscar los beneficios de ambos lados en la
resolución del conflicto.
En cierta medida la última etapa solo la alcanzan grandes
maestro como O’sensei Morihei Ueshiba, que trascienden el arte marcial, no solo
ha creado un nuevo estilo, sino que ha trasformado las artes marciales en una
verdadera arte de paz, que armoniza y reconcilia a los hermanos.
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