El equilibrio es un elemento fundamental de las habilidades
motrices básicas, consiste en el dominio de nuestro cuerpo para mantener una
postura bien sea estática o dinámica. En Aikido es fundamental para la
ejecución de la técnica que el tori mantenga su postura fuerte, equilibrada
mientras hace perder el balance al compañero, al uke. Por supuesto y por
tendencia natural, el uke también busca mantener el equilibrio, que por lo
general, solo se puede recuperar al hacer la caída, es decir, rodar para quedar
de pie después de haber sido lanzado al piso.
El equilibrio mental es la capacidad de mantener el buen
ánimo, un estado calmado y relajado en la agitación de la vida cotidiana. Es no
dejarse contaminar por el estado de ánimo de los demás, después de todo, no
podemos hacernos responsables de las emociones de ellos, solo de las propias.
Aunque realmente estamos en un mundo en desequilibrio, en movimiento, en
constante cambio, por eso nuestro equilibrio es dinámico, es decir, se pierde
el equilibrio para avanzar y recuperarlo: una vez Ying, una vez Yang, reza el
Tao, es la naturaleza.
caer, levantarse, volver a caer |
El desplazamiento en Aikido, el tai sabaki es ese flujo
natural, también lo es el ukemi, moverse para mantenerse integro, esquivar o
caer para mantener la integridad, para mantener el control. Por eso en Aikido
siempre estamos en movimiento. El tori saca de su balance al uke, toma el
control, y el uke debe buscar recuperarlo, no se cae inmediatamente, se
desplaza en la dirección que le indique su compañero con su tai sabaki, no es sumisión,
no es entrega, es entender el camino que le está enseñando para seguirlo y
mantener su propio control, su balance, se rueda para volver a su postura
natural, o tal vez no ¿qué camino es el señalado? Es una continua búsqueda de
la resolución del conflicto, de mantener el equilibrio, el balance, el buen
ánimo.
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