lunes, 12 de octubre de 2015

AIKIDO: UN ARTE MARCIAL


Entender las artes marciales no es fácil, podrías llegar al ser shihan y podrías aun estar engañado con cuál es el sentido del combate. Y es que las artes marciales no pueden ser comprendidas como antes, sobre todo si tenemos en cuenta que, a pesar de todo, estamos en una época de paz que ha durado bastante tiempo. Desde la segunda guerra mundial y la “humanización de la guerra”, la especialización de las armas y todo el progreso tecnológico que ello implica, los conflictos no tienen el mismo sentido de antes, el soldado ya no es un guerrero, ya no existe el combate cuerpo a cuerpo y el arte de la guerra no es lo mismo. La vida y la muerte en el campo de batalla, no tiene es espíritu de poder mirar a los ojos al enemigo y decidir con un movimiento de la espada, la muerte puede llegar desde un dron, una maquina sin alma ni espíritu dispuesta a luchar por su vida, es la muerte sin sentido, ¿cómo se puede luchar por tu vida y honor contra una maquina?

Ahora si dices artes marciales, la gente entiende que es un deporte de contacto, así si les dices que el aikido es un arte marcial y no un deporte se sienten confundidos, es incomprensible, no pueden separar los dos conceptos. La diferencia es simple, el deportista no se enfrenta a la muerte, no está dispuesta a morir, solo se divierte e hincha su ego, gana medallas por dar unos golpes (caricias) acertados contra su contendiente, nada letal y enmarcado en el reglamento de la competencia. El sentido más profundo del arte marcial está ausente, la muerte como opción de vida, solo quien decide morir en cada práctica podría saber que es el aikido. Sin embargo, como lo señalo, en un mundo pacifico es difícil comprender que es eso, mucho menos en la comodidad del mundo moderno: los jóvenes de ahora no saben que es luchar por el sustento diario, solo buscan con que divertirse, y el aikido es divertido como cualquier otra actividad que decidan hacer para escapar de la rutina diaria.



El aikido es un arte marcial, y mucho más que eso es un budo, la vía espiritual para alcanzar la iluminación, aunque, este sí que un concepto incomprensible en nuestra cultura occidental, entonces los aikidokas creen que podrán encontrar soluciones milagrosas, hacer proezas increíbles y demás con el aikido, pero lamentablemente, el aikidoka como cualquier otro ser humano está sujeto a las leyes de la física y la naturaleza, aun O sensei, a pesar de todas las leyendas que se tejen con su nombre. La santidad y la iluminación no son más que palabras para describir  un estado de espiritualidad de algunos hombres y mujeres que han comprendido algo, no sé qué, pero el halo proyectan puede sentirse o no, pero ahí está.  Así que ¿cómo se podría solventar tanta ignorancia que rodea la práctica del aikido?  Es una pregunta difícil de responder, sobre todo si entendemos que las palabras no bastan, las experiencias de la iluminación y del arte marcial se han borrado en el tiempo, porque son experiencias que solo pueden ser vividas, sentidas en la medula de los huesos y es necesaria la guía de un gran maestro que favorezca la propia experiencia de cada cual, pero además se requiere de aikidokas que superen sus propias expectativas, que recuperen el sentido del arte marcial y dejen de jugar al aikido o lo que sea que llegan a hacer al dojo. Para ello es necesario que estudien a profundidad el aikido y todo el marco cultural en que se creó, que comprendan el sentido de la muerte y la vida, de fluir con la naturaleza, de entender al otro y a sí mismo y la responsabilidad que ello implica.

martes, 15 de septiembre de 2015

SOBRE EL UKEMI

En aikido, el ukemi, recibir con el cuerpo,  es entendido por lo general como hacer la caída, pero va más allá de eso, en aikido, hay muchas formas de recibir una técnica, de hecho en aikido solo hay uke en el sentido estricto, ya que su contraparte, el tori, quien ejecuta la técnica, hace su papel ante un ataque y muy difícilmente por iniciativa de atacar, es decir, la técnica es una forma de recibir un ataque,  por tal caso inicia haciendo el papel de uke en la práctica del aikido.
El ukemi como estrategia de aprendizaje del aikido se puede decir que evoluciona en tres momentos, el ukemi como caída, el ukemi como recibir la técnica y el ukemi como efectividad de la técnica. Veamos cómo es eso.
En un primer momento, el principiante debe aprender cómo protegerse a sí mismo de la técnica, para ello, se enseña a caer para que no se haga daño al hacer contacto con el piso (si, la caída en sí misma no es dañina, es el golpe contra el piso lo que preocupa), pero además, la caída en sí misma tiene en la mentalidad humana un sentido muy negativo, se le relaciona con el fracaso, la perdida, por lo que el principiante suele tener dificultad para aceptar la caída, eso se nota. En este sentido el aikido va más allá, si así el maestro lo decide, enseña, tal como lo hace la vida, a entender que gracias al fracaso es el carácter y la firmeza de la postura del hombre decidido lo que sale adelante, volver a levantarse para volver a caer una y otra vez hasta que entienda que la caída hace parte del camino, del progreso y avance hacia adelante al caer rodando, hasta que la postura se vuelve natural y rodar hace parte del avance.
El segundo momento es cuando el aikidoka entiende la diferencia entre recibir y caer, la técnica es una forma de recibir un ataque, también lo es la contra técnica o permanecer de pie  cuando el compañero no ejecuta el lanzamiento. Recibir la técnica significa buscar la armonía con el compañero para sentir su energía y el camino que muestra, es decir caer cuando nos lanza al piso, permanecer de pie cuando no es así o hacer contra técnica cuando corresponde. Este es un punto clave para comprender el sentido del aikido como arte marcial de paz, porque es el secreto de la armonía, es contactar al compañero, acoplarse a sus movimientos y estrategia y responder con la mejor reacción ante la situación, ya ukemi no es caer, es recibir lo que da el compañero.

En el tercer momento, como efectividad de la técnica: es el aikido que nunca pierde, caer, bloquear la técnica, contra atacar, ejecutar técnica, sea lo que sea nunca se pierde, porque no hay nada que perder, no hay nada que ganar porque es fluir y volverse uno mismo aikido, ya no más técnicas ni postura, solo el fluir del aikido por la sangre y los poros de la piel en cada bocanada de aire que se respira mientras está vivo…

sábado, 29 de agosto de 2015

ESTUDIANDO LA TÉCNICA BÁSICA

Cuando mis estudiantes ven el programa completo de estudio de la Asociación Antioqueña de Aikido se dicen cuando se aprenderán todas esas técnicas, pues se puede calcular más de tres mil técnicas diferentes. Yo les respondo, que si Miguel de Cervantes Saavedra hubiera tenido que aprender de  memoria como escribir cada palabra no hubiera sido capaz de escribir El Quijote. Para escribir solo es necesario aprender el abecedario y las normas gramaticales y de ortografía, luego se podrá escribir todo cuanto quiera comunicar por escrito. Igual pasa con el aikido, solo necesita aprender las normas básicas y conocer las letras que lo componen, es decir, las técnicas básicas.
En aikido, hay por lo menos 25 técnicas básicas, de las cuales cada escuela selecciona un número de  ellas que considera adecuado para que sus estudiantes desarrollen las habilidades necesarias para tener un buen desempeño como aikidoka cuando alcancen su  nivel de yudansha.
En el programa de estudio de la Asociación Antioqueña de Aikido, se cuenta con un total de 18 técnicas básicas, aplicadas contra 15 tipos de ataques diferentes, en tres formas de confrontarse los compañeros, es decir, ambos de pie (tachi waza) uno de pie y otro sentado (hanmi handachi waza) y ambos sentados (swari waza). Además de las técnicas contra armas.
Mi recomendación es que aprendan primero las técnicas básicas desde el ataque más básico y seguro que es el agarre a una mano (katate dori) para luego estudiarlos desde los otros ataques que aparecen en el programa.

Los ataques



En el vídeo se observan los diferentes ataques de agarre y una estrategia de zafarse de ellos 

domingo, 14 de junio de 2015

ESTILO Y ESTRATEGIA


Hay una historia sobre un par de amigos, uno aikidoka y otro karateka, los cuales compartían tranquilamente unas cerveza en un bar. Mientras estaban allí se desato una trifurca entre los clientes del bar en el cual se vieron involucrados este par de amigos, cada uno con su arte marcial enfrentaron varios contrincantes. Al final de la pelea, se encontraron ambos amigos y el aikidoka le pregunta al karateka
— ¿Dónde están tus contendientes?
— han huido, y los tuyos — pregunta el karateka al aikidoka
— véalos ahí — señalando a varios de ellos tirados totalmente noqueados en el piso



La historia no trata de destacar al aikido como arte marcial más efectivo que el karate, ni mucho menos, soy testigo de la efectividad de un buen golpe de karate que puede noquear o matar, lo que señala la historia es la estrategia y la meta que debe tener un buen artista marcial con su estilo. La meta que se persigue realmente ha de depender del momento y circunstancia que se afronta, las personas noqueadas has sido neutralizados, lo que huyeron posiblemente retornen con unos cuantos amigos bien armados.
En aikido los practicantes nos encontramos con frecuencia la idea del estilo y la estrategia del maestro a cargo de un grupo, y se discute sobre cuál es el mejor, discusión absurda que poco aporta al crecimiento del mismo aikido. Y es que discutir sobre estilo es como cuestionar una obra de arte y suponer que todos los pintores deben pintar igual a uno en particular, igual, en aikido como arte, cada maestro tiene su propio estilo, cada practicante tiene su estilo y debe descubrir cuál es el propio en la práctica diaria.
En cuanto a la estrategia. El aikido es claro sobre la idea de neutralizar al contrincante sin causar daño alguno, o por lo menos reducir el riesgo de lesión. Sin embargo la discusión se centra sobre si se debe lanzar al uke, lejos o cerca, si debe mantenerlo bajo control o dejarlo escapar, sobre si el uke debe resistir o ceder ante la ejecución de la técnica, pues se está en juego la integridad y la vida misma, puesto que el aikido no es un arte marcial a mano vacía como suele verse en la práctica común, el agarra a los brazos se originan bajo la idea que se debe neutralizar a un aikidoka armado con espada o cuchillo, así cuando el uke es proyectado lo mejor es tirarse lo más lejos posible del tori, lo que genera en el espectador la idea que ha sido lanzado con mucha fuerza o que el uke está tirándose para escapar, renunciando a su ataque. Para algunos maestros el derribo debe ser cerca para mantener el control sobre uke, para simular como al agresor se debe mantener controlado y siempre al alcance para hacerle desistir de contra atacar, o escapar en busca de ayuda. Igualmente el uke debe mantener control sobre tori, mantener el contacto hasta el final, sin renunciar al ataque que ha iniciado.
Lo importante en la estrategia es que el aikidoka, haga el papel de tori o de uke, procure evitar salir lesionado, evite ocasionar daño a su compañero, es encontrar el punto exacto para fluir con el compañero para que la técnica sea elegante y efectiva, que ambos practicantes den y reciban energía en una danza de armonía y compasión por la naturaleza. 

miércoles, 15 de abril de 2015

EL SENTIDO COMÚN DEL AIKIDO




El aikido es un arte marcial simple, es decir su estrategia y movimientos son sencillos y expresivos dentro del marco de la biomecánica del cuerpo humano, no consiste en ejecutar acrobacias o golpes espectaculares a pesar que algunos aikidokas en las exhibiciones  hagan caídas algo maravillosas, pero eso solo es por atractivo en las demostraciones y no corresponde a la realidad cotidiana de la práctica, en ese aspecto, el aikido resalta el sentido común de la dinámica de la negociación y las relaciones humanas más allá del combate. El aikido además de la etiqueta, la estrategia del combate, no consiste en someter al contrincante sino en fluir en armonía con su ataque, con su energía, con su intensión, por eso su meta es lograr la sintonía y armonía con el compañero, por eso veamos algunos elementos de sentido  común que transmite el aikido más allá de la práctica regular de técnicas en el dojo: 

1.       Valore a sus compañeros: el aikido es un arte marcial que se aprende y práctica en compañía, por eso sus compañeros de práctica son muy importantes en su crecimiento como aikidoka y como persona, por eso son un precioso tesoro que debemos cuidar y apreciar en su justo valor.

2.       Salgase de la línea de ataque: lo más sensato cuando somos víctimas de agresión es escapar, salirse de la línea de ataque para evitar sufrir algún daño, dejar que el agresor siga de largo es algo muy útil tanto en la práctica del aikido como en la vida cotidiana, no vale la pena entrar en rencillas con otras personas por tonterías o no, pero que al fin, es mejor eludir las personas mal intencionadas y dejarlas seguir de largo en nuestras vidas.

3.       No imponer mi estilo sobre los otros: en aikido, forzar la técnica es muy mala idea, puede alguien salir lesionado sin necesidad, siempre es mejor tratar de sentir al compañero y fluir con la energía que entrega en su ataque, al igual en los negocios con los demás, siempre es mejor escucharlos para entenderlos y así poder llegar a un acuerdo que beneficie a las partes.

4.       Detener el conflicto antes que suceda: anticipar o actuar simultáneamente con el compañero en la ejecución de una técnica, ser proactivo son estrategias empleadas en el aikido, el aikidoka no puede esperar que el ataque sea ejecutado, puede ser demasiado tarde para hacer la técnica, por eso ante el mínimo gesto del compañero de atacar se debe reaccionar e interceptar al compañero antes o en intermedio del ataque, de lo contrario seríamos golpeados, y ya para que, eso  mismo se puede aplicar en situaciones de conflicto en la familia, el trabajo, etc. 

5.       Ante un ataque fuerte cambie de perspectiva: se dice que el movimiento más importante del aikido es el tenkan, consiste en girar para absorber y  difuminar la agresión, es ponerse en la misma perspectiva que tiene el compañero, moverse en conjunto con él, entenderlo y reorientarlo como Sócrates con su Mayéutica ante sus contendores filósofos. 

6.       Sea compasivo: las técnicas de aikido esta diseñadas para reducir el riesgo de lesionar al contrincante, por eso se niega a volverse un  deporte competitivo, porque el ansia de ganar conlleva a descuidar la mesura de cuidarse de ocasionar daño, al igual en la vida cotidiana, se debe mantener el buen ánimo y evitar actuar con rabia u odio cuando se negocia con el otro, se debe ser compasivo y buscar alcanzar tanto el beneficio que este pueda lograr al tratar con uno, como el propio, después de todo estamos para apoyarnos y crecer juntos en busca de nuestras metas, tanto las individuales como la del grupo.

7.       Termine siempre lo que ha empezado: una situación muy común entre los principiantes es interrumpir la ejecución de una técnica a la mitad, eso es una mala práctica, se debe ejecutar hasta el final así no se esté seguro de hacerla correctamente, pues se puede dejar aperturas que su compañero aprovecha para contra atacar. Igualmente en la vida cotidiana, termine lo que empiece, haga cierre de sus procesos, no abandone a mitad del camino pues ha de quedar en medio de la nada sin saber por dónde continuar  a la expectativa de que algo o alguien lo libere de tal sin sabor. 

8.       Aproveche todas las oportunidades para aprender: toda experiencia de la vida debe ser una enseñanza. En aikido, el asunto de caer es poco agradable para la mayoría de los estudiantes, sin embargo la clave para aprender aikido es recibir ukemi, caer una y otra vez, levantarse para volver a caer y con ello entender que no hay otra vía que recibir una y otra vez la técnica es la manera de asimilar la estrategia del aikido, eso de absorber la energía del otro y encausarla a nuestro favor al tiempo que respeto la integridad del compañero es una forma difícil de entender en el marco de lo que se entiende como arte marcial, pero que con el ukemi se ha de entender tarde o temprano.

9.       No hay enemigo: nuestra cultura nos ha enseñado que hay oposición, competencia, que los recursos son insuficientes para todos, que ha de sobrevivir el más fuerte, sin embargo esto es un fardo de mentiras, toda la naturaleza es interdependiente de todas las criaturas que la componen, por tanto se complementan, cooperan para que todos los recursos disponibles de la naturaleza abastezca a todas y cada una de las criaturas, por ende no es necesario acumular y negar el acceso a los bienes a los otros, no son enemigos que quieren hacernos daño, son criaturas temerosas que han aprendido un comportamiento mecánico de devorar a sus cohabitantes del planeta por un miedo irracional  que no ha podido superar la humanidad, pero que por ahora solo tenemos que sumar en ese despertar de la conciencia…

jueves, 26 de febrero de 2015

SOBRE LA DEFENSA PERSONAL CIVIL

El concepto de defensa personal suele estar asociado con la del héroe, aquel que por sus habilidades es capaz de someter al delincuente conduciéndolo a la cárcel, o eliminándolo dándole muerte o cualquier cosa parecida que nos venden en las películas y libros. Pero la defensa personal, sobre todo teniendo en cuenta la Constitución Política de  Colombia, no es posible hacer gala de la venganza y la humillación del delincuente como acto de justicia, tenemos unas normas y estamos regidos por un estado de derecho que regula las relaciones sociales y la convivencia, razón por la que la defensa personal no puede ser aplicada con todo el rigor de nuestra indignidad por el delito que nos hace sentir, es necesario auto controlarse y dejar que la justicia se encargue de juzgar al delincuente.

Por otro lado, la defensa personal no consiste en actos heroicos donde una persona somete al delincuente, es algo sencillo como el evadir las situaciones de riesgo con pequeños actos de auto cuidado, como el estar atento a la vía por donde se transita, como mantener una actitud abierta y llena de energía, caminar recto, firme y con paso enérgico,  en fin, reflejar una actitud poderosa que disuada al delincuente de querer atacarnos.

La defensa personal civil no requiere que la persona este altamente entrenado para la lucha o la huida, solo requiere que cambie su actitud y tome conciencia de las situaciones de riesgo cada vez que sale a la calle y asuma responsabilidad por ello y actué en consecuencia, es decir es cuestión de sentido común. Pero por supuesto, ejercer defensa personal civil requiere formación  en ello, capacitarse para reconocer situaciones de riesgo y saber cómo actuar en tales situaciones, reconocer que comportamientos nos hace victima fácil y cuáles no, cómo identificar salidas seguras una vez que nos encontramos ante una amenaza y sobre todo saber cómo mantener la calma a pesar que por dentro nos esté consumiendo el miedo o la ira de tal manera que podamos tener la cabeza fría para elegir la respuesta más adecuada a la situación.


La defensa personal civil es pues algo más que aprender técnicas de lucha, es conocer la diferencia entre defensa personal y legítima defensa, es saber cómo controlarse a sí mismo ante la amenaza y el peligro, como además ante la ira que nos genera vernos enfrentados a tales situaciones y actuar en consecuencia al fenómeno que estamos viviendo sin perder el buen ánimo.

¿Es el Aikido un arte marcial meramente defensivo?

 Cuando yo empecé a practicar artes marciales, más exactamente Taekwondo, mi profesor solía decir que “deberíamos usarlo únicamente como def...