Ante un agresión física de parte de alguien las opciones de
responder a ello es de lucha o huida, o tal vez nos quedemos paralizados al no
saber cómo actuar en esos casos, que es lo que casi siempre sucede a la mayoría
de nosotros. Sin embargo en nuestra época y sociedad es más frecuente ser agredidos
de modo verbal, a lo cual también tenemos reacciones diversas más o menos
similares al combate cuerpo a cuerpo o de escapar de tal situación, que por lo
general no es adecuado en tanto que el malestar persiste.
La respuesta que se considera más común es responder la agresión
con agresión, es decir, entrar en una lucha con el otro, contra atacar. Por supuesto
esta reacción no solo es inadecuada, sino que puede escalar el conflicto a
situaciones dañinas y lamentables para las partes.
Otra respuesta considera común y un poco más adecuada es
huir. Escapar, alejarse de la persona agresiva puede ser una solución cuando el
agresor es algún desconocido en la calle, por ejemplo en un incidente de
transito sin consecuencias, los insultos salen de su boca por considerar que él
tenía la prioridad en la vía o algo semejante, pero si el caso es con alguien
conocido que vemos con frecuencia es otra cosa, un compañero de trabajo por
ejemplo, la huida la interpretará como que tiene poder dominante sobre uno y se
volverá un compañero acosador posiblemente si solo lo evitamos sin ponerlo en
su lugar, es decir, si no defendemos nuestros derechos.
Pero una reacción común es paralizarnos ante la agresión verbal,
cada vez que alguien nos maltrata verbalmente de sorpresa nos deja atónitos y
sin nada que decir, luego de lo que ha pasado nos imaginamos cientos de
respuestas que deberíamos haber dicho, pero ya no tiene sentido y el malestar
persiste.
Ante los ataques verbales también el agredido puede
justificarse. La justificación es solo una argumentación de mi posición o
acciones donde los actores de la discusión raramente están dispuestos a
escuchar o recibir información del otro, realmente es una resistencia a
comprender lo que el otro el otro expone en la discusión y no estamos escuchando sus argumentos.
Tal vez en las discusiones incomodas también uno de los
actores trata de desviar la atención sobre el tema, lo cual más bien empeorará
la situación porque el compañero lo interpretará como un intento de engaño,
evasiva o minimizar la discusión. Eso no es conveniente y se volverá más difícil
llevar el conflicto.
al hacer irimi tenkan quedamos en la misma dirección que mira uke |
La respuesta Aikido es una respuesta empoderada, en la que
se toma una distancia emocional e intelectual (no tomarlo de manera personal) a
las palabras del compañero y se hace un “irimi” hacia el punto de vista de él,
es decir se entra a su esfera vital para comprender cuál es su punto de vista
al acompañarlo desde allí (empatizar) y juntos encontrar una solución.
Para desarrollar una respuesta Aikido se debe, entonces, entrenar
la respiración para centrarnos y los desplazamientos irimi tenkan (entrar y
girar), para entrar al punto de vista del compañero y empatizar para encontrar
la vía juntos.
1 comentario:
en estas fechas, es dificil huir por la cuarentena,
Hacinados sin poder huir de la locura propia.
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