‘si vas a atacar, en lo más mínimo hágalo
seguro que golpeará el blanco’ - Alex Essani
En mis blogs siempre he defendido la idea de que el aikido
es principalmente defensivo, que el aikidoka siempre está en recibir, bien
sea un ataque, bien sea una técnica; el tori o ejecutor de un ataque o técnica
desaparece cuando el principal objetivo es la defensa. Pero, en el aikido, como
arte marcial y en la dinámica del ejercicio del aprendizaje de las técnicas
mismas, debe tener ataques, ataques que deben ser sinceros y efectivos al
momento de ejecutarlos, pues no tiene sentido hacer ataques solo para que el
compañero se luzca con la técnica. La experiencia me ha enseñado que solo ante
un ataque sincero es posible la técnica de aikido, que, si el uke me agarre
pasivamente esperando mi ejecución técnica pierde todo el sentido de la misma,
y tal vez mi compañero se tire al piso, pero en tal caso más bien me hubiera
ido a practicar algún tipo de danza moderna donde la coreografía entre los
compañeros es la esencia del trabajo que se realiza. En aikido más allá de eso, está la comprensión del arte marcial
como tal, como defensa y estrategia de combate cuerpo a cuerpo, bien sea armado
con katanas o a mano vacía en situaciones reales, o por lo menos en aquellas
situaciones que debamos neutralizar a un amigo borracho.
Yo opino que el arte marcial contiene tanto el lado agresivo
como el defensivo, y con agresivo no me refiero a violento o dañino. La
violencia es una reacción descontrolada e irracional, la agresividad es un
impulso que conduce a la acción. En tal sentido, el guerrero debe en ocasiones
tomar iniciativa para neutralizar un enemigo peligroso, debe atacar de manera
efectiva sin esperar ser agredido.
En cuanto a los ataques que se practican en aikido se puede
encontrar críticas de quienes no son
conocedores de las artes marciales, dichos como que nadie ataca
agarrando la muñeca, o atacar con la mano desnuda a la cabeza sobre el hueso
más duro del cuerpo que es la frente, es algo estúpido, sin embargo analicemos
estos dos ataques que en la práctica regular, ya que son estos ataques los más
comunes que se presentan durante el estudio del aikido.
Katate dori (agarrar una mano). Durante la práctica del
aikido es común atacar tomado al compañero por la muñeca del brazo extendido
adelante, yo suelo decir a mis alumnos que la razón de este ataque es que el
aikido suele suponer que compañero esta armado, por lo que debemos intentar
neutralizar la mano armada con un agarre. Un segundo motivo de hacer este
ataque sería halar al compañero y poder golpearlo al inmovilizar la mano con la
que podría cubrirse. Un tercer motivo es utilizar efectivamente el agarre como
un ataque y derribarlo con un movimiento ondulante, pero este último ataque
requiere de tener mucho recorrido en el aikido.
El shomen uchi, es un corte con la espada que va dirigido a
la cabeza en la frente, es igual con la mano desnuda, es un corte no un golpe;
en esta caso se preguntaran como cortar con la mano vacía, pues yo opino que
precisamente ese es el secreto del aikido, sus movimientos son para realizar
cortes, de tal manera que cuando la mano que corta hace contacto con el cuerpo
del compañero no pretende atravesarlo sino que se desliza por la superficie lo
cual produce el desequilibrio de éste facilitando el derribo o proyección.
Si cada vez que realizamos un ataque en aikido tenemos en
cuenta estos principios de defensa, neutralizar a una persona potencialmente
peligrosa, de evitar hacer daño al cambiar el golpe por un corte con mano vacía
buscando provocar el desequilibrio en el compañero, es posible que al momento
de practicar podemos hacer ataques sinceros, pues en caso de que este no
realice la técnica correspondiente tal vez solo resulte siendo él derribado en
vez del uke sin que el error o descuido resulte en algún daño.
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