martes, 3 de agosto de 2010

DEFENSA PERSONAL

La defensa personal es un concepto ligado a las habilidades del combate de las personas, pero no es así, la defensa es la capacidad de cualquier persona de mantener su integridad física ante una situación de violencia contra su propia persona, bien sea por una agresión por parte de otra persona como de cualquier otro ser, bien un animal, los elementos de la naturaleza o cualquier otra cosa.

De tal manera aprender defensa personal va más allá de aprender técnicas de combate, debe desarrollarse el sentido común y la habilidad de prevenir las circunstancias que favorecen las situaciones donde podríamos ser víctimas. Por eso, un curso de defensa personal debe primero tener en cuenta la preparación psicológica antes que la preparación física y técnica.

Lo primero que se debe tener en cuenta en la preparación psicológica es desarrollar un pensamiento previsor tanto de las situaciones nocivas como de las consecuencias que se pueden acontecer de nuestra respuesta que demos a ellas. Es decir, una agresión a nuestra persona puede ocasionar daños físicos como psicológicos tanto a nosotros mismos como al agresor y a quienes nos rodean. Defendernos también puede acontecer semejantes resultados. También puede haber implicaciones legales. De tal manera que la mejor defensa es evitar cualquier acontecimiento donde pueda haber daños a cualquier persona implicada. Sin embargo no siempre es posible, por eso tener un pensamiento previsor debe contar con la debida preparación con ejercicios sencillos de observación y racionamiento, como suponer como pensaría un bandido, como sería el medio más propicio que favorece una agresión, que elementos hay en él que favorezcan mi defensa. Se podría suponer muchas ideas dentro de la mente de un bandido, pero lo que se debe tener en cuenta es, como selecciona una víctima, es decir una víctima ocasional como para un robo. En ese caso debe ser alguien que es más débil que él por fuerza física o porque esta disminuido en su capacidad, como un borracho o un enfermo, alguien distraído, etc. En toda ocasión el delincuente no arriesgaría con alguien superior a menos que este bajo efecto de alguna droga. Así que si estamos pensando en defensa personal, debemos observar nuestra actitud cuando andamos por la calle, somos personas que nos sumimos en nuestros pensamientos y nos damos cuenta del entorno que nos rodea, de las personas alrededor y demás.

Un ejercicio interesante para la defensa personal es, entonces, observar los sitios que frecuentamos y analizar las posibilidades que hay de que algún agresor nos ataque, por ejemplo zonas oscuras, solitarias, calles estrechas, potreros entre otros. Las personas que andan por allí, miradas entre ellos. Hay que ser precavidos sin caer en la paranoia, es decir, angustiarnos por cualquier persona o acontecimiento que pasa a nuestro lado. La cuestión es de atención y confianza, es darnos cuenta de todo cuanto nos rodea. De esta observación podemos un segundo ejercicio que es estudiar cómo y qué elementos nos sirven para defendernos, como que otro camino tomar, si hay piedras, palos o algo que podamos tomar en caso de ser atacados repentinamente y poder reaccionar adecuadamente a esa agresión. Por supuesto siempre es mejor evitar cualquier confrontación debido a que algo que debemos prever las consecuencias legales y en la salud que una pelea pueda traer. Sin embargo de ser inevitable, debemos procurar que la técnica aplicada sea lo menos lesiva posible y siempre asegurarse que es aplicada en legítima defensa de sí mismo o un tercero, y solo hasta estar a salvo es aplicable la defensa. Es decir, no hay defensa si el agresor es reducido y se continua con el contra ataque, o agresión a este. La técnica debe ser aplicada solo para desalentar una agresión y mostrar la inutilidad de recurrir a la violencia para resolver conflictos o conseguir algo a favor. Es necesario cuidar la salud, tanto del agresor como del agredido en lo posible, para evitar males mayores. En fin la técnica debe ser solo una herramienta para la buena salud y el conocimiento, no es un arma para atropellar e imponerse al otro.

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