Tal vez una de las consignas más
sonadas en la práctica de aikido es “colaborar con el compañero”, pero ¿qué
significa eso exactamente? Y es que la práctica de aikido es kata geiko, es
decir, se da privilegio a la forma tradicional o al estilo que muestra el
maestro del cómo se ejecuta la técnica sobre los principios de efectividad o
practicidad de la misma, es decir sobre el kumite geiko o combate, ya que por
sí, el aikido no tiene combate en el sentido de la competencia o la guerra, pues
el aikido pretende es encontrar la reconciliación y armonía entre los seres
humanos que se revela en los acuerdos pactados entre las partes participantes
en una negociación. Sin embargo, al estar inscripto en el concepto de arte
marcial, la práctica del aikido debe enseñar a lidiar con el compañero como si
fuera un enemigo o la contraparte de una negociación a quien hay que vencer o
convencer para uno mismo salir bien librado de tal trato, lo cual significa no
resignarse a perder ante el otro por evitar el conflicto, es defender los
propios derechos sin dejar de reconocer y respetar los del otro, en otras
palabras, se pretende que ambas partes salgan ganando y, por supuesto, caer en
nuestra cultura tiene un sentido negativo equivalente a la derrota.
Desde mi perspectiva, la práctica
de aikido debe ser formativa, debe conducir al desarrollo mental, físico y
espiritual del aikidoka, y cada técnica más allá de la forma correcta se deba
apuntalar a la comprensión de sí mismo y del compañero, la comprensión del
suceso mismo que se está experimentando, es decir como conducir el ejercicio
del aikido a su comprensión como principio de armonía y acoplamiento al aquí y
ahora de la vivencia. Es decir, el uke y el tori se acomodan y aceptan lo que
pasa en el momento fuera de lo que se supone debería pasar, en otras palabras,
no siempre la técnica debe terminar con la caída de uke, pues este debe ser
sensible a la energía de tori y dejarse guiar sin suponer nada.
El entrenamiento tradicional
japonés denominado “shu-ha-ri (aceptar el kata, diferenciarse el kata y
descartar el kata)” consiste en la evolución del entrenamiento mismo que debe
asumir el practicante de cualquier arte marcial. Al principio someterse al kata
o repetición de los ejercicios para desarrollar su concentración. Luego de
muchos años se debe ir distinguiendo los posibles fallos que existen en el kata
en su estado puro, es ir más allá del kata para estudiar la efectividad de la
técnica. En el nivel más alto de la práctica, ya la ejecución se de manera intuitiva,
espontanea, es meditación en movimiento ejecutado fuera del pensamiento
consciente para ser una técnica pura, es un nivel alcanzado por muy pocos
practicantes casi reservado para los grandes maestros fuera de los títulos
adjudicados por las escuelas.
Teniendo en cuenta estos
detalles, entonces procedamos a entender que es eso de la colaboración en
aikido. Es claro que los principiantes deben practicar la caída y la técnica en
la forma que muestra su instructor, es el momento de acondicionar su cuerpo y
mente al estilo que está estudiando, debe repetir una y otra vez la forma,
estudiar la forma, comprender la forma, es decir, el kata, en ella que se
descube la característica propia del estilo y del arte que se está estudiando.
Es el kihon waza, la técnica básica por medio de la cual se puede comprender
los principios básicos del arte y no del espíritu del practicante, es decir, un
arte que pretende desarrollar e impulsar el crecimiento personal del
practicante no puede solo dar la información que transmite el maestro a sus
estudiantes, debe poco a poco abrirse a las posibilidades reales del aprendiz,
es potenciar sus capacidades, habilidades naturales para que afloren en el
ejercicio del arte. En este sentido es necesario que con el tiempo el alumno se
diferencie del kata, que deje fluir su intuición, que desarrolle “su estilo”
propio sin dejar de lado las características que distinguen el arte. Y es este
sentido que la colaboración que presta los compañeros de aikido no debe ser
solo en el sentido de tirarse cada vez que el tori hace la técnica, sino en
ayudarle a comprenderla y mejorarla al tiempo que se estudia el ukemi mismo, el
cómo es la forma correcta de recibir de acuerdo a la ejecución técnica que
aplica el compañero.
En todo caso se debe tener en
cuenta que la técnica completa va más allá del kihon waza (técnica básica), es además
el ukemi (recibir la técnica), el kaeshi waza (contra técnica), renraku waza (cambiar
de técnica), henka waza (modificación de la técnica). La técnica debe evolucionar
a lo largo del tiempo de entrenamiento gracias al estudio profundo de todas
estas formas de hacer la técnica hasta que se vuelva natural y espontanea en el
practicante que ha crecido desde su categoría de estudiante principiante a la
de gran maestro al final de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario