En aikido, el ukemi, recibir con
el cuerpo, es entendido por lo general
como hacer la caída, pero va más allá de eso, en aikido, hay muchas formas de
recibir una técnica, de hecho en aikido solo hay uke en el sentido estricto, ya
que su contraparte, el tori, quien ejecuta la técnica, hace su papel ante un
ataque y muy difícilmente por iniciativa de atacar, es decir, la técnica es una
forma de recibir un ataque, por tal caso
inicia haciendo el papel de uke en la práctica del aikido.
El ukemi como estrategia de
aprendizaje del aikido se puede decir que evoluciona en tres momentos, el ukemi
como caída, el ukemi como recibir la técnica y el ukemi como efectividad de la
técnica. Veamos cómo es eso.
En un primer momento, el
principiante debe aprender cómo protegerse a sí mismo de la técnica, para ello,
se enseña a caer para que no se haga daño al hacer contacto con el piso (si, la
caída en sí misma no es dañina, es el golpe contra el piso lo que preocupa),
pero además, la caída en sí misma tiene en la mentalidad humana un sentido muy
negativo, se le relaciona con el fracaso, la perdida, por lo que el
principiante suele tener dificultad para aceptar la caída, eso se nota. En este
sentido el aikido va más allá, si así el maestro lo decide, enseña, tal como lo
hace la vida, a entender que gracias al fracaso es el carácter y la firmeza
de la postura del hombre decidido lo que sale adelante, volver a levantarse para
volver a caer una y otra vez hasta que entienda que la caída hace parte del
camino, del progreso y avance hacia adelante al caer rodando, hasta que la
postura se vuelve natural y rodar hace parte del avance.
El segundo momento es cuando el
aikidoka entiende la diferencia entre recibir y caer, la técnica es una forma
de recibir un ataque, también lo es la contra técnica o permanecer de pie cuando el compañero no ejecuta el lanzamiento.
Recibir la técnica significa buscar la armonía con el compañero para sentir su energía
y el camino que muestra, es decir caer cuando nos lanza al piso, permanecer de
pie cuando no es así o hacer contra técnica cuando corresponde. Este es un
punto clave para comprender el sentido del aikido como arte marcial de paz,
porque es el secreto de la armonía, es contactar al compañero, acoplarse a sus
movimientos y estrategia y responder con la mejor reacción ante la situación,
ya ukemi no es caer, es recibir lo que da el compañero.
En el tercer momento, como
efectividad de la técnica: es el aikido que nunca pierde, caer, bloquear la
técnica, contra atacar, ejecutar técnica, sea lo que sea nunca se pierde,
porque no hay nada que perder, no hay nada que ganar porque es fluir y volverse
uno mismo aikido, ya no más técnicas ni postura, solo el fluir del aikido por
la sangre y los poros de la piel en cada bocanada de aire que se respira
mientras está vivo…
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