El Aikido
en la concepción del gran maestro O sensei Morehei Ueshiba, estima que este
arte no debe ser aprendido con el fin de lastimar o matar al contrincante, sino
que, de ser utilizado en la defensa personal, esta encaminado a inmovilizar y
buscar la conciliación antes que demostrar poder o superioridad ante este. Es
por esto que el practicante más allá de aprender una serie de técnicas debe
centrarse en los principios del Aikido de auto control, contacto, flexibilidad,
atención, fluidez, armonía y precisión.
El primer
punto que enseña el Aikido es controlarse a sí mismo, por medio de la postura,
el desplazamiento y la caída. Esto es centrarse sobre si mismo, entrar en
contacto con si mismo, porque solo cuando me conozco puedo buscar y dar lo que
tengo y me hace falta. El contacto me enseña la manera adecuada de encontrarme
con el otro, de sentirlo y entrar en empatía con él: es aprender a escucharlo y
entenderlo. Sobre todo, cuando ese otro esta en desacuerdo conmigo, porque es
allí donde se pone a prueba nuestra capacidad de contactar y redirigir un
posible ataque no para ganar una ventaja estratégica, sino para en verdad
entenderlo. En el Aikido lo vemos cuando un practicante pretende forzar la
técnica, este no logra realizarla y más bien le da la ventaja al compañero para
que lo derribe. Solo si comprendo cual es la energía que me ofrece es cuando la
puedo encaminarla a un buen término. De esta forma entra la flexibilidad a
permitirme reacomodarme a sus intensiones para encontrar puntos de acuerdo, por
lo que la técnica fluye con suavidad. Para que todo esto suceda por su puesto
debemos estar atento a los cambios y flujo de la intensión del compañero y
tener la precisión para acomodar su sintaxis al momento. De la misma manera la
vida nos exige estar atentos para seguir este camino que nos enseña el Aikido.
Los básicos
El Aikido
en su simplicidad cuenta con un sin numero de detalles a tener en cuenta a la
hora de ejecutar la técnica, esto hace del Aikido un arte complejo más no
complicado, es decir, el practicante de Aikido debe iniciarse en el arte de
recibir la técnica (ukemi) y en la ejecución de la postura y los
desplazamientos correctos antes de entrenarse en la forma correcta de ejecutar
la técnica y de su efectividad; pues la primera enseñanza que debe desarrollar
el alumno es el propio dominio de su cuerpo, poder con el cual es imposible
hacer Aikido, debido a que una persona que no controla sus propios impulsos no
puede aspirar a controlar a otro, no podrá dirigirlo y guiarlo por el camino de
la armonía que enseña el Aikido.
El ukemi o
arte de recibir con el cuerpo, consta en Aikido en seguir al compañero y en
caer rodando por el piso al momento que este lo requiera. Es decir, ukemi más
allá de la apariencia de la caída, consiste en entrar en contacto con el compañero,
con su energía cinética y acompañarlo hasta que este lance por el piso al uke
(persona que recibe la técnica) o le aplique una llave de inmovilización. La
caída puede ser en cualesquier dirección (adelante, atrás, al lado, medio lado)
y el uke no cae estrepitosamente contra el piso, sino igual que ha hecho con el
compañero, se armoniza con el piso rodando evitando golpearse contra él. En
Aikido siempre es importante evitar golpearse contra algo, bien sea el compañero o el piso, en eso consiste
el principio de armonía que se pregona con la palabra “aiki” que significa
unión de la energía vital y cósmica.
El kamae o
postura consiste en pararse correctamente, con una actitud firme y relajada que
permite al aikidoka ser sensible a la energía que entrega el compañero con su
ataque. Su entrenamiento permite a la persona encontrar el centro de gravedad
de su propio cuerpo, es punto donde sale la fuerza necesaria para mover su
propio mundo. Más allá de posturas complejas de combate, consiste en dejar el
cuerpo completamente relajado y dejar caer el peso del cuerpo hacia abajo,
hacia el centro de gravedad y a las plantas de los pies. La postura hanmi
(medio cuerpo) permite al aikidoka reducir los puntos de desequilibrio mientras
fortalece los músculos de sostenimiento que permiten a las personas permanecer
de pie.
El kamae o
postura consiste en pararse correctamente, con una actitud firme y relajada que
permite al aikidoka ser sensible a la energía que entrega el compañero con su
ataque. Su entrenamiento permite a la persona encontrar el centro de gravedad
de su propio cuerpo, es punto donde sale la fuerza necesaria para mover su
propio mundo. Más allá de posturas complejas de combate, consiste en dejar el
cuerpo completamente relajado y dejar caer el peso del cuerpo hacia abajo,
hacia el centro de gravedad y a las plantas de los pies. La postura hanmi
(medio cuerpo) permite al aikidoka reducir los puntos de desequilibrio mientras
fortalece los músculos de sostenimiento que permiten a las personas permanecer
de pie.
Waza (La técnica)
Como bien
se ha señalado antes, la técnica del Aikido se basa en la capacidad de
armonizar con el compañero, es decir no se golpea ni se choca en la
confrontación, sino que se fluye deacuerdo al tipo de ataque que ejecuta el uke
(quien ataca para recibir la técnica). En la forma básica el ataque se efectúa
agarrando las muñecas del tori (quien ejecuta la técnica), ya que esta forma
permite al principiante ir acomodándose a la distancia, momento y forma
adecuada de realizar la técnica. Posteriormente se practica la técnica contra
ataques de golpes como shomen uchi o corte recto a la cabeza y yokomen uchi o
cortes al costado de la cabeza o cuello, y posteriormente contra golpes de
karate con la mano, contra agarres de jujitsu y ataques con armas como la
katana o espada samurai, el jo o bastón corto y tanto o cuchillo, por último se
práctica las técnicas contra varios atacantes, las contratécnicas,
encadenamiento de técnicas y otra gran variedad de posibilidades.
La técnica
del Aikido surge del manejo de la espada, por eso dentro del entrenamiento es
necesario que los practicantes aprendan a manejar las armas bokken o espada de
madera, jo o bastón corto de madera y
tanto o cuchillo de madera, tanto como los golpes de karate con la mano vacía,
agarres de jujitsu entre otras estrategias de combate para que en el momento de
entrenar el Aikido el ataque sea lo más real posible.