lunes, 11 de mayo de 2020

Tipos de Ataques Verbales


Sólo cuando no nos tomamos las palabras y los sentimientos de nuestro interlocutor como algo personal, podemos realmente escuchar con atención lo que quiere decirnos

─ Barbara Berckhan


Los ataques verbales pueden ser diversos y muy variados, así que una vez identificado la intensión del agresor, es interesante que tipo de agresión es porque podría darnos una pista de cuál es su intensión y el nivel de la ofensa cual es el rango de poder cree tener sobre uno.

Las ofensas pueden ser simples insultos, burlas, críticas, acusaciones, engaños, objeciones, presiones o demandas. Toda una gran variedad según sea su intensión o el daño que pretenda hacernos a nivel personal, profesional, según sienta que somos una amenaza para él o crea tener poder sobre nosotros. En ello vemos que algunos de los ataques pueden ser directos y claros en su agresión, sin embargo algunos no lo son, por ejemplo el engaño, tal vez puedan parecer incluso halagos ocultando las verdaderas intenciones de sus palabras.

Los insultos y burlas son esfuerzos de ridiculizar y provocar al ofendido, hacerlo sentirse y verse mal reduciendo su autoestima. Normalmente contienen vulgaridades, referencias sexuales o expresiones desagradables, con referencias a la apariencia física, su modo de ser y demás con la que el afectado pueda verse reflejado o identificado. Podría pensarse que son el tipo de palabras necias que uno puede simplemente ignorar, sin embargo cuando uno se siente herido por ellas debe hacer algo para sobreponerse y buscar la manera de superarlo, y las diferentes como el gesto mudo, desviar la atención u otro comentario que muestre que no se siente afectado por su necedad puede ser suficiente.

Las críticas o juicios de valor son calificativos negativos hacia nuestro quehacer, cualidades, logros que pretende menos preciar nuestra capacidad y valía. Igual que el insulto es un ataque directo y claro que marca la mala intención que agresor. También estos ataques pueden ser superados con el buen ánimo, la respiración, profunda y manteniendo la compostura. Las respuestas pueden ser como el ceder y consentir o ceder y defender, es como aceptar su crítica como constructiva. Por supuesto, puede haber muchas otras defensas a tener en cuenta según la situación correspondiente.

Las acusaciones son connotaciones negativas con respecto a nuestra actitud o acciones en las que nos culpabilizan de actos o consecuencias malas que han sucedido, donde el agresor se hace la víctima, o nos culpa de hacer daño a alguien más. En tal caso, confrontar y hablar claro son posibles técnicas defensivas a las que debemos recurrir.

Los engaños son intentos de falsificar la verdad con intención de beneficiarse de nosotros o conducirnos al error. Como bien decía antes, en estos casos tal vez la agresión no sea directa, o más bien, no es tan evidente, puede darse palabras dulces y agradables y solo notamos el daño una vez vemos las consecuencias del engaño. Por lo que estar atento y despierto a la situación es menester en estos casos.

Las objeciones y resistencias son intentos de bloquear iniciativas o acciones que planteamos para una empresa o proyecto, por lo que es necesario hablar claro y definir las reglas del juego son prioritarios para seguir adelante.

Las presiones y demandas son exigencias o pedidos de parte del agresor a nuestra persona que pueden ir más allá de nuestra capacidad o posibilidades de cumplir o simplemente no nos corresponde. Al igual que en toda negociación, en este caso, se debe tener claro las reglas del juego, constatar objetivamente el tema en cuestión.

Puede que hayan más tipos de agresiones verbales que faltan por tener en cuenta, y tal vez las enumeradas aquí abarque las diferentes perspectivas y otras agresiones como, por ejemplo, la calumnia sean subcategorías. Lo que importa es que en toda situación estresante es necesario estar dispuesto a esclarecer el conflicto creando las condiciones adecuadas para la discusión y la negociación, tal como la práctica del Aikido, la etiqueta está hechas para crear un clima agradable para la ejecución de las técnicas, en las negociaciones verbales se debe mantener la diplomacia y recordar que no se trata de tener una victoria si no de superar una situación desagradable y aprender lo que se pueda de ella.

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