viernes, 4 de noviembre de 2016

KATA GEIKO


El entrenamiento de aikido es muy formal, está lleno de rituales, vestimentas y comportamientos que rigen la práctica, todo ellos orientados a que la práctica sea segura y enmarcada dentro de la etiqueta japonesa, sin embargo todo esto es mal entendido, porque algunos consideran que toda esta regulación del entrenamiento hacen del aikido un arte marcial artificial y poco efectivo. En cierta medida, la regulación de una actividad como un arte marcial conlleva que las personas se encajonen en ideologías que no corresponden a la filosofía que encierra la misma. 

El aikido es un arte marcial en el buen sentido que la palabra budo encierra en su significado, “detener la lanza”, esto es evitar el conflicto o resolverlo de la mejor manera para las partes implicadas. De tal forma que el aikidoka en su ejecución técnica busca evitar ocasionar daño alguno al compañero, lo cual dentro de las artes marciales o estilos de combate parece ser algo difícil, por lo general es más fácil golpear y romper huesos antes que conducir la agresión a una situación neutra o disipación de la misma. Todas las artes marciales en sí buscan neutralizar al contrincante con un nocaut, pero alcanzar tal efectividad con un golpe no es tan fácil como lo muestran en las películas, y casi siempre es necesario ocasionar mucho daño antes de lograr ese objetivo, es vencer por medio de la fuerza y destreza física. Por eso alcanzar la efectividad con la técnica de aikido es complicado y requiere muchos años de entrenamiento de manera formal y atendiendo la etiqueta exigida.

Es por eso que el aikido privilegia en su entrenamiento el kata, la forma de la técnica, la forma de recibir, aunque es bien sabido que no se puede estancar ahí, es decir, la forma es el camino para entender la esencia, es el camino para entender los principios básicos del aikido, aunque es molesto y muy incómodo que diferentes practicantes discutan sobre esos detalles de la forma entre seguidores de uno u otro maestro. En aikido, si seguimos directamente las enseñanzas de O´sensei no hay formas, tal como él mismo dice “el movimiento natural es el movimiento del aikido” y, por supuesto, aquí nos complicamos con esta idea, porque lo natural está fuera del alcance de cualquier ideología y debemos entender esto con las palabras de Gaku Homma Sensei que dice “nuestros movimientos más diestros son los que hacemos natural, automáticamente”, es decir, aikido es adaptar la técnica a la forma en que nos hemos movido durante toda nuestra vida, o como dice el zen “cuando tengo hambre como, cuando tengo sueño duermo”, eso es natural, es automático, no se requiere de pensamientos ni ideologías para hacerlo.

Es por eso que el aikido aunque su práctica es un kata geiko (entrenamiento basado en el kata), debe ser una práctica que se orienta al estudio de los principios básicos del aikido como son la respiración, el movimiento, la relajación, la postura, la continuidad de conciencia y el contacto y entender los fundamentos del mismo como concentrarse en su centro de gravedad y extender el ki, hay  que dejar de lado un poco la idea de copiar con exactitud la forma en que se mueve el maestro, debe el practicante de aikido concentrarse en como por medio de los movimientos formales de la técnica puede expresarse a sí mismo de manera libre, automática y natural. 

domingo, 13 de marzo de 2016

ATACAR EN AIKIDO

‘si vas a atacar, en lo más mínimo hágalo seguro que golpeará el blanco’ - Alex Essani

En mis blogs siempre he defendido la idea de que el aikido es principalmente defensivo, que el aikidoka siempre está en recibir, bien sea un ataque, bien sea una técnica; el tori o ejecutor de un ataque o técnica desaparece cuando el principal objetivo es la defensa. Pero, en el aikido, como arte marcial y en la dinámica del ejercicio del aprendizaje de las técnicas mismas, debe tener ataques, ataques que deben ser sinceros y efectivos al momento de ejecutarlos, pues no tiene sentido hacer ataques solo para que el compañero se luzca con la técnica. La experiencia me ha enseñado que solo ante un ataque sincero es posible la técnica de aikido, que, si el uke me agarre pasivamente esperando mi ejecución técnica pierde todo el sentido de la misma, y tal vez mi compañero se tire al piso, pero en tal caso más bien me hubiera ido a practicar algún tipo de danza moderna donde la coreografía entre los compañeros es la esencia del trabajo que se realiza. En aikido más allá  de eso, está la comprensión del arte marcial como tal, como defensa y estrategia de combate cuerpo a cuerpo, bien sea armado con katanas o a mano vacía en situaciones reales, o por lo menos en aquellas situaciones que debamos neutralizar a un amigo borracho.

Yo opino que el arte marcial contiene tanto el lado agresivo como el defensivo, y con agresivo no me refiero a violento o dañino. La violencia es una reacción descontrolada e irracional, la agresividad es un impulso que conduce a la acción. En tal sentido, el guerrero debe en ocasiones tomar iniciativa para neutralizar un enemigo peligroso, debe atacar de manera efectiva sin esperar ser agredido.

En cuanto a los ataques que se practican en aikido se puede encontrar críticas de quienes no son  conocedores de las artes marciales, dichos como que nadie ataca agarrando la muñeca, o atacar con la mano desnuda a la cabeza sobre el hueso más duro del cuerpo que es la frente, es algo estúpido, sin embargo analicemos estos dos ataques que en la práctica regular, ya que son estos ataques los más comunes que se presentan durante el estudio del aikido.



Katate dori (agarrar una mano). Durante la práctica del aikido es común atacar tomado al compañero por la muñeca del brazo extendido adelante, yo suelo decir a mis alumnos que la razón de este ataque es que el aikido suele suponer que compañero esta armado, por lo que debemos intentar neutralizar la mano armada con un agarre. Un segundo motivo de hacer este ataque sería halar al compañero y poder golpearlo al inmovilizar la mano con la que podría cubrirse. Un tercer motivo es utilizar efectivamente el agarre como un ataque y derribarlo con un movimiento ondulante, pero este último ataque requiere de tener mucho recorrido en el aikido.

El shomen uchi, es un corte con la espada que va dirigido a la cabeza en la frente, es igual con la mano desnuda, es un corte no un golpe; en esta caso se preguntaran como cortar con la mano vacía, pues yo opino que precisamente ese es el secreto del aikido, sus movimientos son para realizar cortes, de tal manera que cuando la mano que corta hace contacto con el cuerpo del compañero no pretende atravesarlo sino que se desliza por la superficie lo cual produce el desequilibrio de éste facilitando el derribo o proyección.



Si cada vez que realizamos un ataque en aikido tenemos en cuenta estos principios de defensa, neutralizar a una persona potencialmente peligrosa, de evitar hacer daño al cambiar el golpe por un corte con mano vacía buscando provocar el desequilibrio en el compañero, es posible que al momento de practicar podemos hacer ataques sinceros, pues en caso de que este no realice la técnica correspondiente tal vez solo resulte siendo él derribado en vez del uke sin que el error o descuido resulte en algún daño.   

domingo, 31 de enero de 2016

EXÁMENES EN AIKIDO

En aikido, no hay competencia, sin embargo los estudiantes deben demostrar en algún espacio todo lo aprendido durante un determinado periodo, ese espacio son los exámenes de ascenso, el momento de mostrar lo aprendido. Para la evaluación, debe haber unos ítem para tener en cuenta de aquello que el estudiante muestra da cuenta que ha aprendido y entendido más allá del ejercicio físico. En nuestro caso hay 10 ítems a tener en cuenta para el efecto. En este blog los iremos explicando cada uno en varias entradas con el fin de que el practicante tome consciencia sobre su importancia y pueda preparar su examen mirando más allá de la ejecución técnica.

Se debe tener en cuenta que para muchos practicantes los exámenes son como un sesión más de entrenamiento, para la mayoría es un factor de estrés y algunos consideren que los exámenes debe ser asumidos como la experiencia de ir al campo de batalla, no hay espacio para el error, pues eso significaría la muerte, pero en cierta medida, no es más que una oportunidad de mostrar lo aprendido.

Los 10 ítems son:
·         Conocimiento de la Técnica
·         Efectividad de la Técnica
·         Postura
·         Ma ai y Da ai (tiempo y distancia correctos)
·         Kokyu rokyu (respiración correcta)
·         Fluidez y Flexibilidad
·         Zanshin (estado de alerta constante)
·         Espíritu
·         Ukemi (recibir correctamente)
·         Modales y Actitud


El primer punto a tener en cuenta es el conocimiento de la técnica, es el más importante a la hora de evaluar a un estudiante. En el entrenamiento habitual de las artes marciales existen dos tipos básicos de entrenamiento, el kata (forma) y el kumi (combate).

El entrenamiento del kata, es la manera más habitual de entrenamiento, ya que es la consolidación del estilo que identifica el arte marcial como tal, su procedencia y hasta el carácter del maestro fundador, como del maestro directo del estudiante y hasta del instructor. Es decir, cada arte marcial tiene sus estrategias de combate, su filosofía y estilo propios, el aikido se caracteriza por el derribo y las proyecciones, así, sus técnicas consisten en evadir un ataque tomando al compañero su  equilibrio y hacer que caiga al piso. Cada técnica tiene unos movimientos de ejecuciones precisas que la diferencia unas de otras, al igual el compañero que recibe, debe ejecutar la caída de cierta manera para cuidarse de no hacerse daño al golpear el piso y en la llave que ejecuta el aikidoka. La ejecución precisa de los movimientos propios de cada técnica es lo que se denomina kata, es decir, cada técnica de aikido es un kata porque tiene unas indicaciones del cómo debe efectuarse para que la técnica sea reconocida como tal y diferenciarla de otras, por ejemplo irimi nage se ejecuta de manera diferente a tenshi nage.

El kumi, por su lado se refiere a la efectividad de la técnica, el segundo ítem a evaluar en el examen, es decir, el kumi como combate debe reflejar que se es efectivo en la ejecución de la técnica, que es posible usarla como defensa en casos reales de ser agredidos por alguien, aunque siempre se espera que los estudiantes de aikido no necesiten aplicar lo aprendido en la calle, o mejor dicho, que entiendan tan bien el aikido que saben evadir las situaciones agresivas que se le presenten en la vida real.

Estas dos perspectivas de técnica hay que tenerlas claras, pues, algunos creen que la técnica es la forma y otros consideran que es alcanzar la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo y ponen en polos opuestos ambos principios, sin embargo, la ejecución formal de la técnica supone un mejor aprovechamiento de la biomecánica humana para alcanzar la máxima eficacia. Y claro, la torpeza que se observa en el principiante que procura la mejor ejecución formal nada tiene que ver con que la forma haga ineficaz la técnica, tiene que ver con que aun su cuerpo y cerebro no han consolidado el movimiento y requieren del pensamiento consciente reduciendo la eficacia, es un saber de la psicología del deporte tiene claro y que se supera con mucho entrenamiento. 


La postura más allá del kamae (guardia) es la actitud y reflejo del espíritu, en ella se observa el autocontrol que el aikidoka tiene de sí mismo, si la postura es rígida, refleja el miedo y la desconcentración del estudiante, si por el contrario es laza muestra el descuido y falta de interés, lo que indicaría que desconoce la importancia y la trascendencia del combate, lo cual en ambos casos refleja lo poco preparado que esta el estudiante para el combate. Así, que la guardia bien hecha, mostrando lo listo que esta para actuar, bien sea para atacar o ejecutar una técnica, para caer o recibir la misma es una manifestación de la preparación y disposición para los acontecimientos vividos en el tatami

El ma ai hace referencia a la relación espacial entre los aikidokas, la distancia correcta entre ellos al ejecutar la técnica según la intención, es decir, el uke debe hacer un ataque, debe estar a la distancia adecuada para acertar el golpe, derribar al tori o inmovilizarlo, pues, el combate cuerpo a cuerpo tiene estas tres posibilidades, así para golpear debe tener la distancia correcta para acertar el golpe con eficacia, es decir, que pueda noquear. Por el contrario si la intención es derribar o lanzar también hay una distancia adecuada para ello, al igual al inmovilizar.

El da ai corresponde al tiempo correcto, el momento justo del contacto físico, es decir, el contacto se establece desde el momento que se para uno frente al otro y al lanzar el ataque se establece un contacto físico cuando se encuentran los brazos o los cuerpo en la ejecución del ataque y la técnica. El momento justo del contacto se puede establecer en tres momentos diferentes: anticipar al uke, realizar ataque y defensa de manera simultánea o reaccionar al golpe que atraviesa el círculo vital. Los dos primeros momentos el tori debe ser proactivo, en el último es reactivo. La anticipación corresponde a iniciar la ejecución de la técnica al menor atisbo de un ataque por parte de uke, incluso es cuando el tori inicia el ataque. El momento simultáneo consiste en moverse como un reflejo con los movimientos de uke, por último, reaccionar al ataque es cuando el tori ha sido sorprendido y debe salir al ataque casi al instante mismo que es golpeado.

Con respecto al da ai, también se debe tener en cuenta los momentos propios de la ejecución de la técnica, aunque la técnica debe ser ejecuta en un solo movimiento, lo cierto es que su ejecución establece 3 o 4 momentos, que son el contacto, salir, desequilibrar y proyectar o inmovilizar al uke. Del contacto ya hablamos, salir consiste en desplazarse fuera de la línea de ataque para evadir el golpe, desequilibrar es tomar al uke y desplazarlo de su centro de equilibrio, para poder por fin derribarlo para lanzarlo o inmovilizarlo contra el piso.

Kokyu rokyu (respiración marcial)
Una correcta respiración abdominal, profunda es fundamental para la salud física y mental, le da fortaleza a la técnica, fluidez a los movimientos y protección al cuerpo ya que permite concentrar la energía ki favoreciendo el incremento de la efectividad de la técnica. Los movimientos del aikido deben ser al ritmo de la respiración tanto en la ejecución como en la forma de recibir la técnica de tal manera que haya un control de la ejecución.

Fluidez y Flexibilidad. Estos conceptos se refieren a cualidades propias de los músculos del cuerpo para alcanzar un rendimiento óptimo en los  ejercicios y técnicas del aikido, es la capacidad de doblar y estirarse del musculo para alcanzar el objetivo, es la capacidad de adaptarse a los movimientos necesarios en la ejecución propias del cuerpo mismo y con ello alcanzar efectividad de la técnica. La flexibilidad hace referencia a la capacidad de los músculos y huesos de doblarse sin romperse y la elasticidad a la capacidad de elongación y recuperación de la forma de los mismos. La fluidez es la ejecución de los movimientos de manera armónica en la aplicación y manera de recibir la técnica.

Zanshin es uno de los 5 principios del Aikido, que se define como el espíritu de atención, percepción y conciencia continua, un estado de concentración en toda la ejecución de la técnica aun desde antes de iniciarse y hasta después manteniendo una percepción de todo el ambiente circundante, atención permanente a los gestos de su compañero, algo así como una conexión espiritual con él, y conciencia de toda la situación y de los propios gestos permitiendo darse cuenta de todo, algo que favorece la posibilidad, además, de enfrentarse a varios ukes al mismo tiempo.


 Bushi (espíritu marcial) significa simplemente “guerrero”, en tal sentido, el espíritu marcial consiste en ese ímpetu  guerrero, la disposición a ir en su empeño hasta las últimas consecuencias, es decir su disposición a morir en batalla con tal de cumplir su misión, al punto que si fracasaba en su empresa y quedaba con vida estaba dispuesto a cumplir con el seppuko o suicidio ritual. El samurái se destacaba por su total lealtad a su daimio y su honor estaba por encima de todo, incluso la propia vida. Es por eso que en el examen se espera que el estudiante refleje ese aspecto propio del samurái al mantener su espíritu arriba durante toda su presentación sin dejarse abatir por el agotamiento o circunstancias adversas que se presenten, pues hay que dejar en alto su propio honor, el de su dojo y su maestro.

El ukemi en mi opinión tiene una evolución en tres etapas en la vida de un aikidoka, el primer momento es la total colaboración en la que el principiante debe entender la manera correcta de recibir la técnica para asimilar como es la dinámica y la forma correcta de ejecutar la técnica y la manera de recibir. En un segundo momento, para los grados más avanzados (yudansha) el ukemi es la vía de la auto defensa, es recibir correctamente para evitar sufrir una lesión en la ejecución de la técnica, ya que oponer resistencia podría ponerse en riesgo de sufrir algún daño, pues ante la experiencia los aikidokas tal vez consideren buscar más la efectividad de la técnica y dejar a un lado la práctica colaborativa que parece una danza. En el tercer momento, es el ukemi propiamente dicho, es entender que el aikidoka siempre recibe, haga el papel de  tory o uke, pues siempre se está recibiendo un ataque o una técnica, el aikido es ukemi en todo instante. Recibir es entender y comprender al compañero para guiarlo en la ejecución de la técnica, de la contra técnica o del ukemi, para llegar a un buen fin de la misma, es decir salir ilesos ambos compañeros.

Reiho (modales y actitud). La etiqueta es un aspecto fundamental del aikidoka, es lo que marca la calidad humana y espiritual de la persona. Más allá  de cumplir con el ritual de saludos y orden que se impone en la práctica del aikido es el respeto que este debe mostrar por su propia persona, por su compañero, por su maestro y su dojo, por el aikido.
Llevar el keikogi limpio todo el tiempo, las uñas cortas, el aseo personal, dejar en orden los implementos personales en su lugar, al igual que sus armas son señales del respeto que tiene la persona por sí mismo.


Hacer las venias al compañero cuando trabaja con él, agradecer su colaboración en la práctica, estar dispuesto a colaborar en el aprendizaje de la técnica, tener el cuidado necesario para evitar hacerle daño entre otros cuidados del compañero son muestra del respeto a él.

Poner atención a las enseñanzas del maestro, estar dispuesto a colaborarle, preguntar y seguir sus instrucciones al pie de la letra representan el respeto que se tiene al maestro.

Hacer el aseo antes y después de la clase, cumplir con los horarios, asistir a las reuniones programadas, no solo a los entrenamientos, hacer los pagos pactados a tiempo y preocuparse por mantener el orden en el dojo son muestras del respeto a este.

Cumplir con todas las normas de etiqueta, consigo mismo, con el compañero, el maestro y el dojo son las maneras de mantener el aikido intacto con un espíritu de armonía y crecimiento que lo hacen grande.

La etiqueta más importante y poderosa que un aikidoka muestra por el aikido es su disposición a aprender siempre, no solo aprender la técnica y los estilos de cada maestro que pasa por la vida del aikidoka, es estudiar su filosofía, su historia y sus principios. El aikido como un estilo de vida se compenetra con el mundo circundante y el universo, fluye e influye en todos los aspectos de la vida del aikidoka, por lo que en su vida personal y profesional debe reflejar ese espíritu de aprendizaje y crecimiento.


viernes, 29 de enero de 2016

DE ESTILOS DE ARTES MARCIALES Y AIKIDO



De las preguntas más frecuentes a artistas marciales es sobre cuál arte marcial es mejor, más poderosa, más efectiva; es difícil responder a esta inquietud, pues el arte marcial como actividad humana que es  no es por sí misma poderosa, efectiva o mejor, se requiere de por lo menos una persona que la ejecute para ser, es decir, no hay arte marcial por sí misma poderosa o efectiva, requiere de un ejecutor, quien por su disciplina, constancia, entrega, inteligencia, habilidades, etc. será él quien pondrá su disciplina por encima de las demás artes marciales. En este sentido, en la historia ha habido personas excepcionales que han logrado destacar sus habilidades por encima de sus contendores, desde Miyamoto Musashi a O´sensei Morihei Ueshiba, y muchos otros se han destacado, no por ello sus discípulos han logrado sus proezas.

Por supuesto, hay artes marciales que por su estrategias se puedan calificar de más completas que otras, y sobre todo en la época actual, en la que las artes marciales son deportes reglamentados y mutilados, en algunos deportes marciales se prohíbe golpear, en otros agarrar, en otros derribar o tirarse al piso. Pero un arte marcial, un budo, no puede ser restringido por reglamentos, puesto que el combate en el campo de batalla no permitiría tales frenos, allí la situación es de vida o muerte.


Así que se puede decir que las artes marciales son tan amplias en sus propuestas, las hay para todos los gustos y cada cual tendrá donde acomodarse según expectativas. Igual pasa con los diferentes estilos de aikido que existen en la actualidad. Cada maestro tiene su forma de entenderlo, practicarlo y enseñarlo. En cuanto a esto opino que el estilo depende del practicante mismo más que de su maestro, cada cual tiene su propio estilo porque no es posible para persona alguna hacer algo tal cual lo hace otro, puede hacerlo más o menos similar, dar señas que den cuenta de quién es su maestro, pero a la larga tendrá su propio estilo. Eso pasa con los grandes maestros actuales de aikido, por mucho que se esforzaron por imitar a O´sensei, ninguno podrá decir tener el estilo de él, cada cual tiene su estilo de acuerdo a sus principios e ideología que imprime en su enseñanza.

¿Es el Aikido un arte marcial meramente defensivo?

 Cuando yo empecé a practicar artes marciales, más exactamente Taekwondo, mi profesor solía decir que “deberíamos usarlo únicamente como def...