La
autodefensa comienza siempre con una declaración de independencia: no permito
que mi estado de ánimo dependa de los
demás
Bárbara Berckhan.
Cuando se habla de artes marciales, se viene a la cabeza
ideas como la defensa personal, el
combate, la lucha. Sin embargo, estamos en una época donde ir a los golpes
contra nuestros semejantes es la salida mas inadecuada y tonta que podamos
hacer, es decir, si alguien nos provoca con insultos o insinuaciones verbales o
incluso con gestos que nos ofende la respuesta adecuada no será el enfadarnos y
responder igualmente con palabras ofensivas contra nuestro agresor, ha de ser
una actitud diferente, ha de ser nuestra capacidad de no dejarnos arrastrar por la
actitud del otro, es la capacidad de mantener la compostura y no permitir que
nuestro estado de ánimo dependa del otro. Por eso, entrenar aikido verbal esta
orientado a desarrollar ese escudo protector que nos a de permitir mantener es
buen estado de ánimo que nos lleva a mantener el balance y equilibrio en medio
de un relación tensa que ha de llevar a que nadie salga perjudicado.
El punto clave del aikido verbal es la escucha atenta y
completa manteniendo el buen ánimo y la disposición para encontrar una salida a
la situación que se presenta. Y ¿cómo desarrollar estas habilidades si en gran
medida estas parecen ser cuestión de la personalidad y el determinismo? Pues,
realmente se puede entrenar la escucha y el buen ánimo en el control de la
respiración y con un cambio de perspectiva de nuestra acción, es decir al
centrarnos y concentrarnos en el flujo de nuestras propias emociones, de las
reacciones físicas y comportamentales
ante cualquier situación especifica. De esta manera se podrá comprender
como la respiración cambia de acuerdo a los sentimientos, del mismo modo se
puede cambiar la emoción a partir del control de la respiración: la respiración
lenta y profunda es la calma y sentimiento neutro, de tal manera que sería el
punto de partida para conservar la calma, tan necesaria en situaciones tensas. Recuerde que es normal tener
desacuerdos y es necesario darlos a conocer de forma directa y honesta sin
ofender o lastimar al compañero de disputa.
En cuanto a la escucha atenta y completa se debe tener en
cuenta las claves para tener una buena comunicación (entrada del 17 de agosto de 2010), en especial procure entender lo que dice el otro mas allá de sus
palabras con preguntas a ti mismo sobre lo que sientes y las intensiones detrás
de su declaración. A partir de ahí se puede redireccionar la discusión a un
punto de acuerdo exponiendo sus propios puntos de vista sin imposición y con
firmeza y objetividad sobre el asunto en discusión manteniendo la cortesía y respeto que
cualquier ser humano se merece.
En la próxima entrada expondremos las técnicas básicas para
ejecutar una defensa verbal recopiladas por la pedagoga y diplomática Bárbara Berckhan en su
libro “Como Defenderse de los Ataques Verbales”.
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